domingo, 19 de febrero de 2012

Cuando se cuela el pesimismo

Soy bastante indecisa. Me cuesta horrores elegir. Eso, lamentablemente, no significa que después de sopesar pros y contras y analizar las diferentes opciones una y otra vez llegue a la mejor decisión. En la mayoría de ocasiones, la alternativa escogida me parece un error.
A la hora de pedir en un restaurante, este desafortunado aspecto de mi persona no tiene demasiadas consecuencias. Pero a la hora de escoger carrera, la cosa cambia.
Como yo, que llevo cambiando mis ilusiones de futuro cada año desde que tengo memoria. Solo diré que en tercero de la ESO estaba convencida de que lo mío eran ciencias sociales. Bueno, diré más. Me sonó estupendamente "ciencias políticas y de la administración".
No me he arrepentido en ningún momento de estar en biología (la excepción que confirma la regla). Pero con lo cambiante que soy, ¿me gustará la profesión que finalmente escoja durante toda mi vida?
He tenido que defender mi decisión de ser matrona con mucha, mucha fuerza. ¿Cómo voy a aguantar los momentos malos, que los habrá, si no estoy segura de que es lo que realmente quiero? ¿Me da por pensar que no es lo que realmente quiero por costumbre o porque verdaderamente debo replanteármelo?
Pienso en el tema y se me saltan las lágrimas. Literalmente. Temo por mi futuro, por mi felicidad. ¿Qué hago?

5 comentarios:

  1. Sobre todo, no tener miedo. Siempre vas a poder cambiar de carrera si descubre que la que cogiste no era lo tuyo. Sobre todo, ten fe. Y optimismo. A lo mejor descubres que la carrera que no te llamaba más la atención es la que más te gusta, por la gente con la que estás, por ejemplo.
    Espero habere ayudado michimidue :)

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  2. Ay Palomi Palomi, sé positiva. Tarde o temprano te darás cuenta de qué es lo que realmente te hará más feliz a largo plazo y qué es lo que más te gusta. No desesperes que yo te quiero ver sonreír muuuuuuuuuucho y no quiero que te rayes y menos por esto. Pablo lleva toda la razón del mundo.. siempre se puede cambiar. Todo es cuestión de un poquitín de tiempo. Loveyou

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  3. Paloma, ya sabes que lo que escojas no es definitivo... Puede que al final elijas una carrera y decidas irte a otra, y no serán años perdidos, sino ganados, años que ganas sabiendo lo que quieres... Además estoy segura no, segurísima de que elijas lo que elijas o hagas lo que hagas lo harás de maravilla. Y si un día estás trabajando y te das cuenta de que eso no te llena, no pasa nada, siempre hay tiempo para cambiar, para buscar algo nuevo, para darle la vuelta a las cosas, escoger una carrera nueva y seguir adelante. Porque otra cosa no, pero tú, precisamente tú, eres una de esas personas fuertes donde las hayas y conseguirás todo lo que te propongas, así que no te preocupes, encontrarás tu camino, y cuando lo encuentres, todo ese tiempo que has gastado buscándolo estará invertido en experiencias inolvidables y maravillosas, seguro.
    Un beso y muchísimo ánimo y suerte, aunque eso último no creo que lo necesites ^^

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  4. la vida no es un camino de rosas. Hay momentos buenos y momentos malos, y es IMPOSIBLE elegir algo que sea perfecto y sin momentos menos buenos. Pensar que hay posibilidad de que toda la vida se pueda estar feliz y sin ningun problema de cualquier tipo (pongo de ejemplo a estos ilusos huelguistas de la reforma laboral actual)...Pues eso, que elijas lo que elijas, hallarás cosas malas y buenas. Eso no sólo te pasa a ti. Sea lo que sea que elijamos los demás, sufriremos igual. Pero vamos, que elijas bien ;) Eso sí, contradiciendo a Elena, llega un momento en el que te debes quedar en lo que cogiste. Uno no puede vivir de algo y de repente cambiar radicalmente. Eso es una burbuja de película, y como bien sabemos, la vida real no es una película.

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  5. Muchas gracias a todos por contestar. Necesitaba sentir que puedo hablar de lo que me preocupa. Decís que siempre se puede cambiar de opinión, pero a mí eso no me convence. Lo veo demasiado extremo.
    Ignacio, no he dicho que no quiero que haya momentos malos. Para mí sin momentos malos los momentos buenos no son buenos, son normales. Pero las dificultades se afrontan de forma diferente dependiendo de si te gusta o no lo que haces. Eso es así.

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