sábado, 31 de diciembre de 2011

Y por penúltimo...

Se acaba el 2011. Me pasa un poco como al cumplir los diecisiete, que lo tomo con una naturalidad pasmosa. Tanto hablar del 2012 (que si se acaba el mundo, que si selectividad, que si los juegos olímpicos que no serán en Madrid) me ha hecho acostumbrarme a él. Y tengo ganas de que llegue.
La de cosas que ya sé que van a pasar en 366 días. Empezando por el día que hace sumar 366. Mi hermano cumple cinco años y lo va a celebrar por todo lo alto, pues ha estado esperándolo durante cuatro. Yo también quiero preparar algo especial por mis dieciocho (¡18!) pues llevo dos años seguidos sin cumplir en casa. Para entonces ya habré elegido carrera (y no habrá sido fácil, ni agradable).
Pero no creáis que este año que despedimos lo considero malo. De hecho, no considero malo ninguno de los que he vivido. Han pasado cosas estupendas y otras menos estupendas, como siempre.
Es el año en que ha nacido Sobri. Ya puedo mirar ropa de bebé sin sentirme idiota. Incluso comprar una chaquetita con orejas en la capucha y un lazo monísimo. He conseguido mi primer trabajo remunerado y se me da bien. He hecho parte del camino de Santiago. He recuperado viejas amistades. Me he vuelto más segura de mí misma. El 2011 me ha convertido en una persona más feliz. Estoy preparada para lo que viene ahora. ¿Y vosotros?

martes, 6 de diciembre de 2011

De frivolidades y culpabilidad

Este año me encanta la lluvia. Digo este año porque el pasado, no sé si lo recordaréis, me deprimía. Pues ya no. ¿La razón? Mis botas de agua.
Este verano me compré las primeras botas de agua de mi vida y estoy enamorada de ellas. Veo por la mañana que llueve (bueno, veo que el suelo está mojado y hay charcos) y soy feliz. Y me dura todo el día. Supongo que los niños sienten algo parecido. Yo he reunido en los tres días de precipitaciones la felicidad que deben de sentir los demás en toda una infancia con botas de agua.
Es bastante frívolo. Se supone que mi ánimo no debería depender de algo tan banal. Pero para mí esas botas son muy, muy importantes. Eso sí, si alguien me dijera que por cada día que no las llevara alguien desconocido encontraría un empleo (por decir algo de lo que estamos faltos ahora mismo) dejaría de llevarlas aún más encantada. Simplemente, no es así, y yo me permito este comportamiento. No permitírmelo no sirve para nada.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Inspirada

Creé el blog porque me animaron Pablo e Ignacio en el autobús que nos llevaba al colegio después de la clase de gimnasia. Al principio hacía una entrada al día. Ahora llevo dos meses sin poner nada. En parte por los pocos comentarios, en parte porque estoy muy liada con segundo de bachillerato y las mil cosas que hago (a mí me cuesta mucho elegir una sola opción, así que las escojo todas), en parte porque yo soy así: empiezo con algo como si me fuera la vida en ello y al mes no me acuerdo más de ello.
Pero hete aquí que Ignacio crea un nuevo blog, elquepasabaporalli.blogspot.com . Leo las entradas. Me río con la dibujo del pulpo en movimiento con el que homenajea el antiguo. Empiezo a ver el vídeo de la penúltima entrada para cortarlo enseguida porque no entiendo nada de lo que dice. Comento y vengo aquí. Los comentarios mejor cortos, y se me ocurren muchas cosas que quiero decir.
De la más reciente no tanto, porque no creo que yo pueda aportar nada sobre la música, dado lo muy limitado de mis conocimientos sobre ella. Pero las dos anteriores me han resultado completamente conmovedoras. Inspiradoras. Dignas de ser leídas. Acordes con lo que yo vivo y siento cada día.
Me considero profundamente optimista. Para mí, no serlo es una gilipollez. Con esto no pretendo herir a nadie que, por circunstancias mucho más duras que la mía, piensen que la vida es una mierda, que el mundo es una mierda, que no hay razón para ser feliz. Pues invéntatela, recontrarrecórcholis. Disfruta todo lo que puedas. Si ves que el mundo es una mierda, cámbialo. Si no puedes cambiarlo (y seamos sinceros, no podemos hacerlo), disfruta de lo bueno que tiene. Porque lo hay. Lo malo está ahí para resaltar lo bueno. Recuerda la nota buena y no la mala. Aprende a alegrarte por los logros de los demás. Pídeles ayuda para que te ayuden a conseguir los tuyos.
Si hay algo que no quiero cambiar de mí misma, es esa forma de ver las cosas. Me viene de hace mucho. De una tarde de verano en la que lloraba mirando por la ventana de un avión, triste porque se había acabado un viaje estupendo. Mi madre, con esa voz tan dulce que solo las madres de niños pequeños tienen y que tanto contrastan con los gritos que a menudo profieren a esos mismos niños, me dijo que "si lloras porque se va el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas". Y nadie debe perderse el espectáculo del cielo estrellado.

jueves, 8 de septiembre de 2011

He vuelto... pero poco

Esta entrada ha tratado de miles de cosas en mi cabeza. Es la vuelta de las vacaciones, unas vacaciones que, os lo digo muy muy en serio, me han cambiado. En parte, por haber vivido experiencias nuevas, sí, pero la otra parte, mayor, por haber repetido experiencias y haberlas vivido de forma diferente. Os cuento:

1. Camino de Santiago. Me hubiera gustado hacerlo con amigos. Probablemente las cosas habrían sido distintas. Me costó mucho, porque yo soy muy vaga y porque me salieron unas ampollas horribles que todavía me suponen problemas. Eso sí, llegué a Santiago por mi propio pie. Muy muy despacito desde Monte do Gozo, la última, cabreando bastante a Henry y llorando porque sí, porque aunque ya habíamos llegado yo no sentía nada. Luego llegó la misa. Nunca en mi vida he sentido tanta paz.
¿Me ha cambiado el Camino? Sí. Mi padre se lo hizo solo, desde Madrid, y llegó en 21 días. Yo no estoy nada acostumbrada a esforzarme. Ahora estoy preparada para ello. Mis padres me han ofrecido una vida estupenda. Si yo quiero ofrecerles a mis hijos algo parecido, si quiero estar ahí para ellos y tener una carrera profesional, me lo tengo que currar mucho más. 

2. El campamento. Increíble. El año pasado, uno de los niños de la Casa Madre (vive con las monjas y su tutela la tiene el estado) que tiene Síndrome de Down, apenas sabía decir "mmmás" y "no". Este año dice algunas frases y varios nombres. Ver a algunos de los niños del año pasado, comprobar cómo han cambiado, que ellos me reconozcan, ir con algunos de los chicos del Camino... Me he sentido como en una gran familia. Tuve miedo de no poder ir, porque mi hermano no estaba muy convencido, pero finalmente fue (y me llevó en coche) en parte por mí, y sé que no se ha arrepentido. Es una experiencia que no todo el mundo puede vivir y me siento increíblemente privilegiada por haber estado allí dos veces. Lo mejor, haber dado cariño, valores y esperanza.

3. Vuelta a casa. Volví el domingo de Valencia. Era el bautizo de Sobri, y los dos días anteriores los pasé en la playa, con mi primo de siete años. Ya en Madrid, he... ¡ordenado mi habitación! El armario tiene la distribución perfecta y hay espacio en la estantería para varios libros nuevos.  Todo está preparado para facilitar las cosas en segundo: silla nueva, un montón de bolis, papel reciclado para unos apuntes eco friendly y preparación psicológica para la que se nos viene encima. Va a ser muy difícil si finalmente os cambian de clase, eso sí.
Segundo de bachillerato, allá vamos.

domingo, 17 de julio de 2011

Estoy de camino

Mañana me voy de Madrid. Las vacaciones a partir de ahora transcurrirán en lugares sin acceso a internet, así que muy probablemente este es el último post hasta septiembre. Os dejo con un monólogo de David Guapo. Es un humor bastante tonto, pero a mí me ha encantado.


viernes, 15 de julio de 2011

Reliquias

Ayer fuimos a ver Harry Potter y las reliquias de la muerte al cine. Hogwarts y sus alumnos llegaron a mi vida cuando tenía siete años y han sido una parte importante de mi vida. Los primeros libros sin dibus. El principio de la eterna discusión entre lectores y no lectores sobre la utilidad de leerte un libro cuando van a sacar la película. La posibilidad de ver reflejado el paso del tiempo que te afecta tanto a ti como los personajes. El comentario de un profesor muy, muy querido comparando la magia con el poder que tiene una persona con las ideas y los principios claros. Y el amor. No ese amor en el que la chica es una damisela indefensa que se enamora de su salvador. El amor entre dos personas inteligentes que comparten ideales y luchan juntos por ellos. El amor que te hace renunciar a quien más quieres en favor de su seguridad. El amor que se oculta bajo inseguridades y miedos pero que, al final, llega. Y cuando llega, no importa el pasado. Lo importante es que ha ocurrido.
Algo que echaré de menos de ir a ver la saga al cine es la sensación de unidad. La sala, repleta, está viendo una historia que todo el mundo conoce. Si se hace un comentario gracioso, todo el mundo se ríe. Si los protas se besan, todo el mundo estalla en aplausos. Da igual que los actores, obviamente, no se enteren. Da igual que solo conozcas a tres personas. Estás compartiendo ese momento con todos los que están viendo la película, y en cuanto se acaba deseas compartirlo con todos los que la vayan a ver. Porque, al fin y al cabo, Harry Potter no está solo. Está rodeado de amigos y enemigos, cada uno con su historia, su importancia y una razón que lo hace importante. Como la vida misma.

miércoles, 13 de julio de 2011

Karen y Eric

Hacía mucho tiempo que no explicaba nombres. Como lo de dibujar, entre que apenas paso por el pantano y que no estoy muy inspirada, va lento, tampoco hay prisa. Pero esta es ya la antepenúltima entrada. Karen y Eric son los padres de Vera, Jack, Mafalda, y Nelson. Los pongo juntos (como pasará en la siguiente entrada, tres nombres de una vez) porque se me ocurrieron a la vez. Eric es el hijo de Jack en "Memorias de Idhún" y me hizo gracia, en su momento, invertir los papeles.Pensando el nombre de la madre, decidí que tenía que empezar por K (al principio yo ponía Erik) y me habia leido un libro en el que uno de los personajes se llamaba así. En realidad estos nombres no son demasiado importantes. Aparecen de vez en cuando, pero viendo los diálogos, Eric suele ser simplemente "papá" o y Karen "mamá". Ante todo son padres. Regañan, abrazan y les da pena que sus hijos se hagan mayores.
No sé si alguna vez os habéis preguntado si los patilargos viven en algún sitio concreto, si son extranjeros. Algunos nombres no son muy españoles, ya lo sé, pero la familia vive en España. Y se nota. Tienen puentes, celebran el día de Reyes con cabalgata y roscón, comen las uvas y van a El Corte Inglés. También se nota que residen concretamente en Madrid: pasean por el retiro, van a Príncipe Pío, comen churros y tienen fiesta en San Isidro.

viernes, 8 de julio de 2011

Perfecta

Pelo escaso, oscuro e increíblemente suave. Cejas prácticamente inexistentes. Ojos no muy a la vista pero aparentemente grandes, de un color poco definido (azul oscuro tirando a gris). Una boquita preciosa y muy expresiva. Orejas pegaditas a la cabeza y muy, muy flexibles, adornadas con unos pendientes diminutos que quedaban completamente holgados. Y las manos... preciosas, esculpidas casi, sin el más mínimo defecto.
Sí, estoy hablando de Sobri. Por fin la conozco. De hecho, pasé casi un día entero con ella. Hasta le di una de las tomas. Nos fuimos después del baño, así que también le vi la tripita: redonda y con el ombligo completamente cicatrizado.
Mientras la miraba (y la miré durante mucho, mucho rato) me vinieron cientos de cosas a la cabeza. Por ejemplo, que todo de ella era  diminuto, todo -ito (boquita, ojitos, bracitos)  y quizá por eso perfecto (para mayor información sobre esta reflexión, leer "Los viajes de Gulliver").  En los momentos en los que mantenía un ojo medio abierto y el otro cerrado, pensaba "un mes y ya sabe guiñar el ojo, y yo casi con diecisiete años nada". Cuando le entró hipo, algo que a mí me sucede a menudo, me hizo muchísima ilusión, vete tú a saber por qué.
En fin, que estoy atontada con la nena.Parece mentira que todos hayamos sido así de pequeñitos e indefensos.

viernes, 1 de julio de 2011

Reflexiones absurdas

Me atrevería a añadir al título (parte 1) porque el verano es largo. Yo no sé que hacer con tanto tiempo libre. Sobre todo con tanto tiempo libre y tan pocas piscinas por la zona. Qué calor. Si normalmente no me gusta demasiado moverme, el sudar con el mínimo movimiento me tiene encerrada en casa, descubriendo las posibilidades del ordenador de mesa y los sims, ya desgastados por el uso, internet con el portátil- es decir, seriesyonkis, facebook y blogs varios- e incluso la televisión, a la que durante el curso presto una atención casi nula. Y claro, sin clases de filosofía ni nada serio en qué pensar, la mente se llena de pensamientos curiosos.
Viendo el club de la comedia, comentaba Eva Hache que los anuncios de coches son todos malísimos, posiblemente debido a la ley antitabaco: con tal de salir a fumar, los publicistas aprueban cualquier cosa. Pues bien, ¿os habéis dado cuenta de que últimamente los únicos anuncios buenos son los de cerveza?
-Mixta con la puerta giratoria, mixto y mixta, el checo y el chaleco;
-Estrella damn con summercat y applejack
-Cruzcampo con la canción y el lema de "no pierdas el sur"
¿Les permitirán probar a los publicistas los productos que deben anunciar?

martes, 21 de junio de 2011

Que canten los niños

Si me preguntaran por mi canción favorita, seguramente elegiría esta. Supongo que no será una sorpresa.

lunes, 20 de junio de 2011

Agua y botas de montaña

Ya ha llegado el verano. El solsticio no, ya lo sé, pero lo que yo entiendo por verano se ha instaurado este fin de semana. A saber: calor, el agua del pantano a una temperatura razonable, nada que estudiar y la barca dispuesta en el embarcadero.
El sábado por la mañana, en el camino al pantano, fuimos a Decathlon a comprarme las botas para otro camino, el de Santiago.
El domingo las estrené. Una hora caminando con todo el sol. De vuelta a casa, me encontré a mis padres y nos fuimos a la barca. Para dar un paseo despacito, porque desafortunadamente el motor tiene nosequé problema y no se levanta, así que no se puede ir rápido y, por tanto, yo no pude esquiar.
Bañarme sí, y lo hice. Nadar en agua dulce, sobre todo si la barca para en medio del pantano, con unos treinta metros de profundidad, es una maravilla. Siempre lo es, pero, cansada como estaba, se me relajó todo el cuerpo y se me fue el calor al instante. Me encanta el agua dulce.

viernes, 17 de junio de 2011

Hijo de la tierra

Durante este año he cambiado muchísimo. Durante el anterior, por todo lo que significó, también. Mirando atrás, concretamente dos años atrás, me doy cuenta de que en tercero de la ESO veía la vida de una forma muy diferente. Era bastante ilusa.
Recuerdo una conversación a principios de este curso, en el baño, aunque no recuerdo con quién. Comentábamos, entre risas, que todas llevábamos lo que mal llamábamos flequillo: un pegote de pelo que tapaba la frente de lado a lado. Llegamos a la conclusión de que nos dábamos un poco de vergüenza a nosotras mismas. Creer que eso nos quedaba bien...
Entre la tercera evaluación de tercero, ese verano y principios de cuarto escribí una historia. Digo historia porque, con sus ochenta páginas, es demasiado larga para ser considerada cuento y demasiado corta para ser una novela. Y porque a mí la palabra historia me encanta. Traduciendo este texto al inglés me resultaría complicado escoger entre history o story. No, "Hijo de la tierra" no es una autobiografía, ni un relato de algo que sucedió en realidad. Pero el comportamiento de sus protagonistas es un claro reflejo de mis pensamientos, mis miedos y mis deseos a los catorce o quince años. La semana pasada tropecé con ella por casualidad y, al leerla, sonreí. No me avergüenzo de cómo era. Me alegro de no ser ya así, pero no puedo negar una parte de mí.

jueves, 16 de junio de 2011

Vacaciones

Titulo así la entrada porque es el motivo de que vuelva a escribir en el blog, después de unas semanas en las que lo he dejado de lado. No ha sido solo por mala organización. Hace poco empecé a usar Firefox porque un virus impedía abrir internet Explorer, así que cuando me intenté meter en blogger y no me lo permitía, creí que era culpa del navegador. Pero no. Creo que había demasiadas cookies o algo así, porque vaciando el historial se ha solucionado el problema.
Más que por escribir entradas, tenía ganas de recuperar mi perfil para contestar a vuestros comentarios. Lo voy a hacer en esta entrada porque la dedico a decir pequeñas cosas con un punto en común: yo. ¿Dónde si no en mi blog me va a dar por el egocentrismo?

1. Acerca de Sobri: no os podéis imaginar las ganas que tengo de ir a verla. Pero me tendré que esperar, probablemente hasta septiembre... Aaaay... Ignacio, ¿lo de la familia lo dices por la privacidad? No pongo su nombre, bueno, ni el mío... no me parece peligroso. ¿Vosotros podéis ver mi correo desde aquí?

2. Sobre los patilargos: de los que hablo aquí no son los que dibujo en clase. Ya lo veréis si consigo llegar por fin a los 300. ¡Me faltan nueve! Pero se presenta otro verano pasando poco tiempo en el pantano, y en esto soy muy muy estricta, de ahí no salen hasta que no se haya acabado el tomo.

3. Sobre el verano: no quería que llegara porque me veo a un paso de segundo de bachillerato. Qué miedito.

4. Sobre mi futuro profesional: digamos que hay un 80% de probabilidad de que elija enfermería. Pero aún no me quiero cerrar a otras posibilidades. No sé a cuáles, pero aún no puedo decir que esté completamente segura de la decisión que he tomado.

jueves, 2 de junio de 2011

02-06-2011

Sí. Es la fecha de hoy. Un día para recordar dentro de mi familia.
Sobri ya ha nacido. Finalmente no ha sido una cesárea (para una futura matrona eso es una alegría) aunque el parto ha sido inducido.
En una breve conversación con la reciente abuela he podido enterarme de que la niña está bien y es preciosa (como si la hubieran dibujado, y las manos igual que su padre, ha dicho). Los exámenes no me dejan de momento ir a Valencia, así que tardaré en conocerla.
Sobri, bienvenida al mundo. Lectores, preparados para recibir noticias suyas. Soy tía, tercera, pero tía al fin y al cabo.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Nelson

-Ja, ja- pensaréis.
Pues no. Listos. No me refiero al macarra de los Simpsons. Cuando decidí que la familia, tres años después del nacimiento de Mafalda, iba a adoptar un bebé, decidí que sería de raza negra. El nombre debía, por tanto, a hacer referencia a un negro famoso. Descarté Michael (Jackson), Steve (Urkel) o Martin (Luther King) por ser poco precisos sin el apellido. Por aquel entonces Obama no era conocido. Bueno, aunque lo hubiese sido, Barack no se iba a llamar, y menos mal: que uno de mis patilargos tuviese el nombre de un nobel de la paz que se dedica a mandar asesinar a una persona me habría dado muchísima pena. Finalmente me decidí por Nelson, en honor de Nelson Mandela, el primer presidente negro de Sudáfrica e incansable luchador contra el apartheid.
Nelson ha sido durante mucho tiempo simplemente el pequeñito, el que sigue siendo un niño mientras sus hermanos son adolescentes, el que se queda siempre con sus padres. Una vez superados los doce años, se está convirtiendo en un magnífico repostero y un gran confidente para Jack.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Mafalda

Qué puedo decir de la niña argentina que pone el mundo de sus padres y amigos patas arriba con preguntas y reflexiones nada propias de su edad. Me fascina. Recuerdo cada tira, adoro a todos los personajes.
Mafalda se lleva menos de dos años con Jack, y cuatro con Vera. Es independiente, divertida y algo alternativa. De pequeña, físicamente era muy parecida al personaje de Quino. Como adolescente coincide en ciertos rasgos de carácter. Creo que es el patilargo al que más tiempo dedico, que más elaborado y definido está (dentro de un límite de esfuerzo y dedicación no muy amplio).

lunes, 9 de mayo de 2011

La vida es aquello que va sucediendo mientras nosotros hacemos planes

Ya está. El chupete está preparado, hecho con mis propias manos a ciegas. Ahora sólo faltan diez, doce o quince años para utilizarlo. Eso sí, estudiar, hacer deberes o ultimar los detalles para este sábado lo dejamos para el último momento. Organización, ¿dónde te has metido?

miércoles, 4 de mayo de 2011

Jack

No recuerdo cuántos años tenía cuando hice el dibujo número 1 de esta serie de patilargos. Pero no hay duda de que ya me había leído los tres libros de Memorias de Idhún. De hecho, había acabado el tercero ese mismo año. Según los cálculos, por tanto, debía estar en primero o segundo de la ESO. Con un pavo total.
Jack me parecía el hombre ideal: alto, rubio, guapo, de ojos verdes, bilingüe, tierno y un poquito celoso. Y me encantaba decir su nombre en voz alta.
Jack, el hermano de Vera, con quien se lleva dos años, es también alto, pero moreno y con flequillo, algo "pijillo" y, sobre todo de pequeño, un gran amante de las tartas. No consta en ninguna viñeta, pero está estudiando medicina.

sábado, 30 de abril de 2011

Los cuatro elementos

Decían los griegos que todos los compuestos del universo se podían formar a partir de la combinación de tierra, aire, agua y fuego. Esa es la idea con la que parte "Alquimia", la aplicación que mi hermano se ha descargado para su smartphone y que nos ha mantenido a los tres ocupados durante toda la tarde. Llevamos unos cien de un total de trescientos setenta. La cosa se está poniendo muy  difícil. Eso sí, que quede para el recuerdo, al hombre he llegado yo.

miércoles, 27 de abril de 2011

Vera

Me confieso fan absoluta de los sims. Concretamente, de los sims 2, un gran avance desde los sims 1 y mucho más compatible con mi ordenador castaña que los sims 3. Más concretamente aún, de la posibilidad de crear familias, de que nazcan niños.
Ponerles nombres a los sims es sencillo. Se me ocurren en el momento y apenas vacilo. Algo así me pasa con los peluches: los veo y su nombre me viene a la cabeza.
Escoger el nombre de los patilargos es más complicado, porque no es la misma situación: primero decido el nombre y luego dibujo al personaje en cuestión.
Faltan diez láminas para llegar a las 300 en la historia de los patilargos. Cada personaje tiene su historia, una razón por la que se llaman así, y voy a repasar, semana a semana, cada una.
Vera es un pueblecito de Almería donde nació la fundadora de mi antiguo colegio. Siempre he considerado que es una palabra con una sonoridad preciosa, aunque como nombre es susceptible de alguna que otra broma. Así que Vera y sus hermanos no tienen primos.
Ella es la mayor de los cuatro hermanos protagonistas. Tiene el pelo largo y rizado (como mi mejor amiga, que está a mi lado hablando con Huesitos, el peluche enorme que me regaló, para meterse conmigo) y es muy dulce, muy femenina, algo cursi incluso.
¿Os gusta saber por qué os llamáis como os llamáis, o por qué ciertos objetos reciben ciertos nombres?

martes, 26 de abril de 2011

No digo ná...

... y no diciendo ná, lo digo tó. Con esta frase, un palo en la mano y la inconfundible voz del tío de la vara se dirigía José Mota a los políticos antes de presentar las campanadas.  Pues bien, a mí me pasa lo mismo. En ocasiones un silencio dice más que cien conversaciones o, en este caso, cien posts sobre los temas más diversos.
Hoy quiero compartir nueva información sobre mí. En exclusiva para los lectores del blog (porque acabo de caer en la cuenta, si no sería ya vox populi). Cuando estoy contenta, cuando me siento verdaderamente feliz, no me apetece hablar. Bueno, me explicaré mejor: no me gusta dar vueltas a las cosas. No me apetece hacer planes a largo plazo, ni reflexionar, ni resolver rencillas. Cuando me invade un estado de felicidad y optimismo constantes discutir no me apetece. Esto no lo digo para que intentéis hablar conmigo y tener la razón, si no para que entendáis los cambios en los temas tratados en el blog.

miércoles, 6 de abril de 2011

Desmontando mitos

Sin tiempo para mucho más, os dejo con un interesante experimento para desmontar un mito completamente aceptado como cierto, que he encontrado gracias a uno de mis blogs favoritos, como no ser una drama mamá. No se tarda nada en leer el artículo y me parece un ejemplo curioso de lo que se puede extender una noticia, aun cuando no tiene ningún fundamento y no proviene de una fuente fiable.
Este es el enlace: http://www.natureduca.com/blog/?p=674

martes, 5 de abril de 2011

¿Qué se puede saber sobre bebés?

Todo el mundo tiene aficiones. Ayer os hablé de una de las mías. Hoy toca una un poco más rara.
Me vuelven loca los bebés. Pero literalmente. Yo veo por la calle un carrito con un peque dentro y se me van los ojos, me olvido de con quien hablo, a dónde voy o si tengo prisa.
Me parecen taaaaaaaaan monos. No puedo evitarlo. Lo he intentado, pero no puedo. Me atraen irremediablemente. Me encantan los chupetes, los biberones, los carritos, los juguetes... y no hablemos de la ropita.
Pero lo mejor, sin duda, es la risa. Un bebé, o un niño, tiene una risa contagiosa, que te llena el corazón. De igual forma, reírse de cualquier gracia de un pequeñajo ¿no te hace sentirte bien con el mundo?
En eso creo que no soy tan especialita. En youtube triunfan los vídeos de niños haciendo monerías. Morder a su hermano, hablar con mucho convencimiento en un lenguaje propio completamente incomprensible o estallar en carcajadas al rasgar un papel.
Le quiero dedicar esta entrada a Ignacio. Porque me dedicó una suya,  porque me ha hecho la pregunta del título esta mañana y porque quiero mostrarle qué es para mí la magia: el enorme potencial de esos locos bajitos.

lunes, 4 de abril de 2011

Grecia

Si todo va bien, el viernes nos vamos a Italia. Me parece buen momento para hablar de algo que me apasiona pero que no hago tan a menudo como me gustaría: viajar.
Los viajes nos descubren vidas diferentes a la nuestra, lugares, cultura, gastronomía, costumbres, historia.
Algunos destinos son más deseados que otros. En mi caso, desde siempre, todo lo relacionado con Grecia me ha encantado. He de reconocer que me refiero más a lo estético que a lo intelectual. Es decir, no son los filósofos y los matemáticos los que me hacen elegir este país cada vez que jugamos a "sangre". Es la forma de vestir, las trenzas, el color de la bandera, la arquitectura, el mar Egeo, los nombres (Irene, Olimpia, Sofía...) y el yogur.
Hace un par de veranos fui con mi familia a un increíble crucero por las islas griegas. Disfruté de cada parada, pero dos me marcaron especialmente: Atenas y Santorini.
Respecto a Atenas, no hay mucho que decir sobre la ciudad. De hecho, no me gustó demasiado: contaminada y no muy moderna. Precisamente por eso, me sentí como una diosa (griega) desde el mirador de la Acrópolis. Subida en un monte, disfrutando del aire puro, junto a un templo de proporciones áureas y dominando con la vista un amplio radio, la sensación de poder no te la quitaba ni el asfixiante calor, inevitable en una mañana de agosto. Toda una experiencia.
Eso sí, sin ninguna duda, yo me quedo con Santorini. Lo mío con ese conjunto de islas volcánicas conocido también como Thera fue amor a primera vista. Después de ver algunas imágenes en programa de madrileños por el mundo y mucho empeño y voz de entusiasmo, convencí a mi madre para que eligiera un crucero que nos permitiera conocerlo como viaje de bodas de plata.
De lejos, parece una montaña nevada, pues absolutamente todas las casas son de color blanco, y la altura a la que se encuentra el pueblo es considerable.
Una vez allí, lo más bonito es un pueblecito llamado Oia (pronunciado ía) aunque la capital, lo que habitualmente se visita, es Firá.
Si tenéis oportunidad, os recomiendo que lo visitéis. Para mí es el lugar más bonito del mundo, con todas las casas blancas y las cúpulas de las iglesias ortodoxas de un precioso color azul, compitiendo en intensidad con el del mar Egeo (en mi opinión, mucho más bonito, incluso, que el Caribe).

¿Cuál es vuestro lugar favorito del mundo?

sábado, 2 de abril de 2011

Reacciones exageradas

Odio hacer trampas. Sé que hay quien las hace sin mala idea, porque el juego le aburre o le resulta complicado. Pero a mí me superan. Si conozco las reglas, las cumplo.
Es comprensible, por tanto, que me enfade si me dicen que he hecho trampas, ¿no? Pues en realidad no es que digan que he hecho trampas lo que me hace poner cara de ahorameenfadoynorespiro, sino el hecho de que no me crean cuando digo que no ha sido algo intencionado, que yo creía que estaba cumpliendo las normas.
Yo fui una niña bastante mentirosa. Rompía cosas constantemente y no me atrevía a reconocer mi culpa. Como resultado, tenía una credibilidad bastante escasa en mi familia.
Por eso, ahora no miento. Eso no quiere decir que me atreva a reconocer las cosas. Me cuesta muchísimo decir lo que siento o reconocer mis errores. De pequeña porque me regañaban y me llamaban torpe. Ahora porque la verdad a veces no es como nos gustaría. Así que, para no mentir, me callo. Por desgracia, últimamente llevo bastante tiempo callada...

jueves, 31 de marzo de 2011

Noticias que me superan

Hoy tenía más de un tema posible del que hablar, y no estaban nada mal. Sin embargo, he encontrado esta noticia y no la puedo dejar pasar.

Sergine y Joel Le Moaligou son una pareja de veganos que decidieron no hacer caso a las recomendaciones de la OMS de introducir la alimentación complementaria del bebé a partir de los seis meses de vida y lo alimentaron durante más meses exclusivamente con leche materna, además de no hacer un seguimiento adecuado de la salud del bebé y desatender las orientaciones médicas.
Los hechos se produjeron en marzo de 2008, cuando los Moaligou, preocupados por la delgadez y palidez del bebé, avisaron a los servicios de emergencias, que solo pudieron confirmar la muerte de la pequeña al llegar a la casa de la familia en Saint-Maulvis, a unos 145 kilómetros al norte de París.
Louise presentaba un peso notablemente inferior a la media para su edad, y la autopsia reveló que presentaba una carencia de vitamina A y B12, algo que, según los expertos, aumenta la probabilidad de sufrir infecciones y que sería debido a un “desequilibrio alimenticio”.
Los padres, recelosos de la medicina convencional, preferían cuidar y curar a sus hijos por sus propios medios y a partir de sus lecturas de libros. Según los conocedores del caso, tras un examen médico cuando Louise tenía nueve meses, los padres decidieron no seguir el consejo del médico que les recomendó hospitalizar al bebé ante la bronquitis que padecía y la pérdida de peso.
Los remedios caseros y la desatención médica pudieron agravar los problemas de salud de la pequeña, algo que sus padres ahora reconocen. Están acusados de “abandono o privación de comida seguido de muerte” y se enfrentan a una pena de 30 años de cárcel.
Hace un par de años criticaba bastante a los vegetarianos. Ahora entiendo un poco más su posición y que mantengan una dieta tan estricta por principios y porque con ciertos suplementos puede ser adecuada a los adultos. Pero no para los niños. Este es un caso extremo, desde luego, pero no único: muchos padres veganos deciden criar a sus hijos sin ofrecerles alimentos que para su correcto desarrollo resultan imprescindibles. ¿De verdad es necesario?

miércoles, 30 de marzo de 2011

Lo primero es la idea

Me gusta escribir. El año pasado hacíamos redacciones con bastante frecuencia, y yo obtenía siempre mis dos estrellitas y el ok (era la nota máxima con la puntuación del Palabras, mi estupendo profesor de lengua). Incluso hay por ahí una pequeña novela, de unos 80 folios, que, para qué engañarnos, no es nada del otro mundo. Pero uno de mis sueños es publicar un libro algún día.
El problema es que no sé sobre qué escribir. En el cole te dan un tema. Cuando yo pienso en uno propio, en una historia que me gustaría leer, se me llenan la cabeza de bebés, y, como soy perfectamente consciente de que ese en ese aspecto soy muy especialita, no desarrollo la idea.
Pero hay algo en mi cabeza que, con tiempo, trabajo y esfuerzo, puede salir adelante como una historia medio decente. Eso sí, ahí se va a quedar guardada hasta verano, porque ahora no puedo ni escribir una entrada todos los días.

lunes, 28 de marzo de 2011

El cajón de los recuerdos

Karina tenía un baúl. Yo dedico un cajón a guardar "souvenirs" de aquellos lugares en los que viví experiencias que no quiero olvidar. Fotos de hace tres o cuatro años, el menú de la última cena en el restaurante de un crucero, las cartas que me escribían los niños en el campamento...
Hoy ha venido una amiga a casa y hemos estado mirando todo eso, junto a dedicatorias de agendas y algún que otro objeto que tanto significa para nosotras.
Experimento una sensación extraña al ver las agendas de otros años. Las hojas se pasan tan rápido... parece mentira que representen un curso completo, nueve meses que se nos hacían interminables... Excursiones, notas, deberes, algún dibujo gracioso, las pegatinas de moda ese año y tantos espacios en blanco que me recuerdan la pereza que me daba apuntarlo todo.
¿Guardáis agendas de otros años? ¿Os entra algo de nostalgia al revisarlas?

jueves, 24 de marzo de 2011

Jornadas preuniversitarias

Después de cuatro días recibiendo información de primera mano de diferentes carreras de ciencias sociales, sanitarias y tecnológicas, he llegado a varias conclusiones.
1. El término vocacional se utiliza muy alegremente. Lo digo con todo el cariño y todo el respeto: derecho no es una carrera vocacional. Te puede gustar mucho, encantarte, divertirte y realizarte, pero no es una vocación. Y digo derecho como puedo decir economía, ADE...
2. Cada uno barre para casa. La primera, yo con el comentario que he hecho arriba. Oír que las carreras como las citadas anteriormente, o ciencias políticas, se diferencian con las de biología en el trato directo con personas me cabreó. ¿Un médico, un psicólogo, un enfermero, un terapeuta, no se dedica a tratar con personas? ¡Pero qué me estás contando! Paso al siguiente punto que me estoy encendiendo sólo de recordarlo.
3. Quiero hacer enfermería y ser matrona. Ni medicina ni porras. Quiero ser matrona y seré una matrona excelente. Puede que haga otra carrera adicional, o un máster, pero que estudio enfermería está decidido.
4. Soy una negada para cualquier ingeniería. El dibujo técnico está completamente apartado de mi vida para siempre.
5. Tengo que estudiar mucho, pero mucho mucho mucho mucho, en segundo. Tengo miedito.

martes, 22 de marzo de 2011

Tarjeta verde

Mi abono, al ser de familia numerosa general, es verde. Entre eso y que lo utilizo un montón, a mí me da la sensación de que me abre las puertas del mundo. Bueno, o de la zona A de Madrid. En definitiva, que es todo un símbolo de libertad. Lo adoro. Me confiesto fan total del transporte público, porque me permite moverme por mí misma sin un gran gasto de dinero.
Os lo cuento porque muy probablemente tenga que renunciar a él en abril. Entre la semana santa e Italia no renta. Y lo echaré de menos.
Entre esto y lo de las margaritas, me doy cuenta de que le concedo demasiada importancia a los objetos materiales, a los detalles. ¿Qué objetos cotidianos tienen especial importancia para vosotros?

lunes, 21 de marzo de 2011

Equinoccio

Respondo a Manolito. La primavera, como prácticamente todo, tiene cosas buenas y cosas malas. Quizá las buenas son más conocidas: las flores, el buen tiempo, la alegría... Pero las desventajas están ahí, aunque haya quien quiera ocultarlas: las orugas, el polen, el tiempo (que a veces se vuelve loco), y las hormonas revolucionadas.
Yo no tengo una estación favorita, precisamente porque siempre tengo en cuenta las ventajas e inconvenientes de todas. Pero me sucede algo curioso con la primavera: precisamente cuando nace todo de nuevo, yo recuerdo el paso del tiempo, lo mucho que han cambiado las cosas. No solo porque se acaba algo que puede parecer a veces interminable (como este invierno, sin el gracejo de la nieve pero con un frío nada agradable), sino por... las margaritas.
Tranquilos, que no me he vuelto loca. Os explico. Cuando mis hermanos y yo éramos pequeños, no dejábamos una sola margarita en el césped. Bien las arrancábamos, bien las destrozábamos de tanto saltar y jugar en el jardín. Que las pobres flores sobrevivan, semana tras semana, significa que ya no somos niños, que ya no dedicamos todas nuestras energías a jugar al escondite junto al pino o al pañuelo usando una hoja de magnolio. Hemos crecido.

domingo, 20 de marzo de 2011

Y pude dormir tranquila

Literalmente. Hasta las 14:00, de hecho. Tenía sueño acumulado desde hacía varias semanas, pero aun así... catorce horas durmiendo es todo un récord.
Supongo que mi cerebro lo aprovecharía para crear dulces sueños. Fuentes no le faltaban: la tarde del viernes había sido estupenda. ¿Que me mancho el trench de pintura verde? Entre la ilusión del bautizo y que durante la cena no lo llevaba puesto, ni me acordé.
Lo que sí que tuve muy presente fue la sensación de estar donde quería estar, con gente con la que me siento a gusto. Espero que podamos disfrutar juntos de muchos momentos así.

jueves, 17 de marzo de 2011

Aclaración

La entrada anterior es la que aparecerá en la página web de los grupos cristianos de mi antiguo cole, http://www.littlebrother.tk/. Os recomiendo que la visitéis, porque allí hay más noticias escritas por mí, y porque las canciones están bastante bien. Ya me contaréis qué os parece.

I was there

1,2,3...4...5,6... y 7 cabezas. Vale. Están todos. Podemos empezar.
Los de cuarto ya se han ido. Tienen que preparar... bueno, es sorpresa, ya lo veremos cuando llegue el momento.
Mis niños, los peques de grupos (5º de primaria) salen los primeros, pues presumiblemente irán más despacio y es preferible que ralenticen el pelotón a que se queden rezagados.
Caminamos hacia Puerta de Toledo a buen ritmo. La ilusión se nota. Hablamos de deportivas rotas, del metro, del montón de chocolatinas que lleva cada uno en su mochila y de las nubes que cubren el cielo pero seguro, seguro, que nos dejan aprovechar el día.
El viaje se hace rápido y pronto llegamos a nuestro destino, a la calle Méjico, y sin perder tiempo nos colocamos en círculo en el gran salón. Y ahí empieza la magia. En el patio se ve a los de cuarto corriendo de un sitio para otro, dentro están los otros cursos y sus respectivos monitores iniciando un día estupendo con una canción que todos conocemos. Haciendo lo mismo que se hace en las convivencias de cada curso, pero en esta ocasión los que compartimos nuestros sueños, nuestros recuerdos, nuestra amistad y, en definitiva, nuestra vida, somos los integrantes de Little Brother.
Llegan los testimonios. Algunos antiguos alumnos hablamos de lo que significa para nosotros este grupo, de lo orgullosos que estamos de pertenecer a algo así. Yo me pongo un poco ñoña, la verdad. Incluso ahora, escribiéndolo, me emociono. Porque cada momento vivido ha sido maravilloso y nos ha ayudado a crecer como personas. A veces cuesta, sí, pero merece la pena. Muchísimo.
Después es el momento de la ginkana, cuyo funcionamiento no consigo comprender del todo. Pero hay música, disfraces, pistas, letras de canciones y Jaime como pista final. Además de mucha harina y pinturas de cara que, como comprobaremos algo más tarde, no se quitan fácilmente.
Y pasamos al tiempo libre: la comida y el tiempo de jugar en el patio, saltando, corriendo, pintándose y despintándose...
Por la tarde hacemos la dinámica de los héroes y sus superpoderes. O lo que es lo mismo, nosotros y los talentos con los que podemos ayudar a los demás. Luego otro ratito de descanso, y por fin...¡el concierto!
Fue increíble. Una locura. Los realizadores, los cantantes, el guitarrista (Iván, en su fantástico debut oficial)...
Temazos los que cantaron. Y un detalle genial las pegatinas conmemorativas.
La hora de volver a casa se presentó de repente, sin hacerse notar. Volví a hacer números una y otra vez. Llegamos al colegio cansados, pero encantados. Poco después, mientras caminaba hacia mi casa, me di cuenta de que estaba agotada, pero feliz. Siempre recordaré que yo estuve allí, que mis niños estuvieron allí, en la que espero sea la primera de muchas convivencias compartidas entre todos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Se ha liado parda

Vamos a analizar, ya en frío, lo que ha pasado estos dos últimos días.
MARTES
10:20 más o menos: subimos a clase después de la entrevista con Manu Carreño, con algo de cabreo porque nos habíamos hecho a la idea de que sería hasta las 11. Algunos ven que el susodicho sube a 1º C y comentan que tienen mucho morro, que ya podía haberse alargado un poco más o pasarse también por nuestra clase.
12:20: cambio de hora para ampliación e informática. Algunos de C vienen a nuestra clase para que nos apuntemos rápido en los buses (A o B, según preferencias). Nosotros lo intentamos, pero ya no está su tutor,que es quien se encarga (no pongo nombres de profes). La idea de pasar todo el viaje a Italia de morros por no poder ir con nuestros amigos asusta bastante, así que el tema asusta bastante y nos ponemos todos en tensión. ¿Qué hacemos? ¿Cómo lo solucionamos?
14:15: preguntamos a nuestro tutor si ha hablado con el tutor de 1ºC sobre el voluntariado con los niños, pues nos han dicho que solo va a encargarse esa clase y nosotros también queremos participar.
Nos responde que no han hablado y no tiene intención de hacerlo, pues debemos responsabilizarnos nosotros mismos. Empiezan los comentarios, que no son muy amables teniendo en cuenta que no estamos muy contentos ese día. El tutor nos malinterpreta  y se enfada con nosotros porque no quiere que hagamos juicios de valor, que digamos que se nos discrimina.
15:05: Ignacio y yo corremos a apuntarnos en el bus que queremos, pasando un papel por debajo de la puerta del despacho de quien se encarga.
No sé a qué hora, pero probablemente por la tarde: dos chicas de nuestra clase van a hablar con el tutor de 1º C sobre el voluntariado. Este se pica un poquito, pero les explica que si queremos podemos participar, pero que es cerca de los exámenes.
En algún momento después de lo anterior: nuestro tutor habla con el de 1ºC, que se cabrea con nosotros.

MIÉRCOLES
8:00: vienen a apuntarnos en el bus.
9:00: los delegados vamos a hablar con nuestro tutor, después de saber lo del cabreo del otro. Se lía parda, pues la conversación sube de tono.
11:05: nos regaña por la última conversación y nos avisa de que mañana se hablará del tema en clase. Hablamos con el tutor de 1º C y propone una solución para que esto no pase otra vez.

Hasta aquí he intentado ser objetiva. Ahora doy mi opinión.
Fallos que creo haber cometido: no plantearme lo que le iba a decir a mi tutor. Hablar con él con total sinceridad, como si fuera el comportamiento de un amigo el que me parece mal.
Lo que me parece mal de su comportamiento: sobre todo, que se lo haya tomado tan a la tremenda. Que me diga que le hable en plano de igualdad mientras quiere decir que le trate con respeto (repito, le tenía que haber tratado con más respeto, al fin y al cabo es un profesor).

La primera acepción de la RAE respecto a la palabra discriminar es "seleccionar excluyendo". Por las razones que sean, durante el curso hemos sido el último grupo al que se le han dado los avisos, de cualquier tipo. Así que nos han discriminado. No creo que haya sido a mala idea ni conscientemente, pero ha sido así y no me parece maleducado ni prejuicioso pedir que sea de otra forma.

martes, 15 de marzo de 2011

Falta de inspiración

Hoy no sé de qué hablar. Como probablemente esto me ocurrirá en más ocasiones, me gustaría que me dierais ideas. ¿Queréis saber mi opinión sobre algo en concreto? ¿Os cuento mi vida y mis planes de futuro? ¿Escribo algún pequeño relato?

lunes, 14 de marzo de 2011

Reestructurando frases (I)

Dicen que la vida es un regalo por el que hay que dar gracias y que es necesario cuidar. Yo no creo que sea exactamente así. Prefiero tomármela como un préstamo.
Un regalo es algo especial. Quien te lo hace se esfuerza en encontrar algo que te agrade, así que agradecerlo y hacer algo bueno con ello es importante tanto para él como para ti mismo. Pero cuando alguien te regala algo eso pasa a ser tuyo, solo tuyo, y puedes disponer de ello como quieras.
Los préstamos son diferentes. Cuando utilizas algo que no es tuyo, cuidarlo es mucho más importante, pues tarde o temprano tendrás que devolverlo en las mejores condiciones posibles. Lo bueno de los préstamos es que se disfrutan más: saber que algo no te va a durar para siempre, pero que puedes disponer de todos sus beneficios, lo hace más atractivo.
La vida no es para siempre. Sabemos cuando se nos dio, creemos saber quien nos la dio, pero no sabemos cuando tendremos que devolverla.Eso es lo que la hace maravillosa.

domingo, 13 de marzo de 2011

Un buen domingo


No es una de las frases de Mafalda que más me gusta, pero hoy me viene bien. Después de días haciendo planes y corriendo de un lado a otro he disfrutado de un día de no hacer nada. El que los otros días hayan tenido tanto "todo" ha motivado que este día de "nada" haya sido estupendo. Sin más obligaciones en todo el día que ordenar mi habitación, no he salido de casa más que para ir a misa. He pasado la tarde junto a un libro y el ordenador, tranquilamente, dormitando de vez en cuando. ¿No es un lujo disfrutar de días así?

sábado, 12 de marzo de 2011

Convivencias Little Brother

Se pasó la angustia. Exactamente a las siete y media de la tarde de ayer, cuando me reuní con mis amigos del antiguo colegio para cenar. Y hoy, después de la convi, me duele la cara de tanto sonreír.
Por supuesto, me alegro de volver a estar contenta,  pero no de la revolución hormonal que viene experimentando mi cuerpo de un tiempo a  esta parte, y de la que ya estoy muy cansada: un día estoy pletórica y al siguiente (como ayer) de bajón. ¿Por qué? Por cosas que me gustaría que fueran, de momento no son y no sé si pueden ser.
Tenía ganas de que llegara esta convivencia porque es la primera a la que van los niños de mi grupo. Se han portado bastante bien, sobre todo para lo que son ellos, ha hecho buen día y hemos hecho de todo: jugar, descansar, escuchar música, bailar y, por supuesto, reflexionar.
Seguiré informando sobre los vaivenes de mi montaña rusa particular.

viernes, 11 de marzo de 2011

Angustia estacional

Me ha venido después del recreo. Un malestar, un vacío en la tripa y una desgana en el cuerpo. He buscado razones: las notas, el cansancio, sueño o simple aburrimiento. Ahora, que ya me encuentro un poquito mejor, creo que sé donde está parte de la culpa: la lluvia y la fecha (11-M).
A mí la lluvia en Madrid me pone triste. Se queda todo embarrado, tienes que andar con cuidado, alejarte de cualquier charco susceptible de ser alcanzado por la rueda de un coche, y acostubrarte a la escasa luz y el ambiente gris. Cuando llueve y estoy en el campo, es algo mejor: el verde es más verde y el agua es más agua (limpia, pura y necesaria para la vida).
Por otro lado, hoy hace siete años del atentado. Recuerdo que cuando me levanté esa mañana supe que ese día iba a pasar algo, y que cuando mis padres volvieron a casa por la tarde me sentí reconfortada, aunque sabía que estaban perfectamente. Hoy, me cabrea que la muerte de 192 personas se utilice para echarse mierda entre políticos. ¿No pueden parar en un día como este?

jueves, 10 de marzo de 2011

Circunvoluciones cerebrales a tutiplén

Voy a intentar que este espacio, mi espacio, sea un poco como yo: lleno de temas e ideas no demasiado brillante, alegre, variado. Tengo tantas cosas en la cabeza... futuro, estudios, amigos, creencias, libros, música, familia, viajes... todo a la vez, interconectándose o peleándose por ser lo más importante. Pueden ser sólo pájaros, pero  a mí me gusta pensar que son muebles esperando a ser colocados poquito a poco.
Aquí voy a ser completamente sincera. Si ya me conocéis, espero que no os llevéis grandes sorpresas. Si no tenéis el gusto, no os asustéis =).