sábado, 2 de abril de 2011

Reacciones exageradas

Odio hacer trampas. Sé que hay quien las hace sin mala idea, porque el juego le aburre o le resulta complicado. Pero a mí me superan. Si conozco las reglas, las cumplo.
Es comprensible, por tanto, que me enfade si me dicen que he hecho trampas, ¿no? Pues en realidad no es que digan que he hecho trampas lo que me hace poner cara de ahorameenfadoynorespiro, sino el hecho de que no me crean cuando digo que no ha sido algo intencionado, que yo creía que estaba cumpliendo las normas.
Yo fui una niña bastante mentirosa. Rompía cosas constantemente y no me atrevía a reconocer mi culpa. Como resultado, tenía una credibilidad bastante escasa en mi familia.
Por eso, ahora no miento. Eso no quiere decir que me atreva a reconocer las cosas. Me cuesta muchísimo decir lo que siento o reconocer mis errores. De pequeña porque me regañaban y me llamaban torpe. Ahora porque la verdad a veces no es como nos gustaría. Así que, para no mentir, me callo. Por desgracia, últimamente llevo bastante tiempo callada...

2 comentarios:

  1. 'So quie' deci' que vah a rebenta' d'un momentu a otro?

    ResponderEliminar
  2. Reventar no sé, pero cuando confieso algo, algún sentimiento, necesito hablar de todo lo que tiene que ver con ello para quedarme a gusto. Me pongo "mu pesá".

    ResponderEliminar