domingo, 20 de marzo de 2011

Y pude dormir tranquila

Literalmente. Hasta las 14:00, de hecho. Tenía sueño acumulado desde hacía varias semanas, pero aun así... catorce horas durmiendo es todo un récord.
Supongo que mi cerebro lo aprovecharía para crear dulces sueños. Fuentes no le faltaban: la tarde del viernes había sido estupenda. ¿Que me mancho el trench de pintura verde? Entre la ilusión del bautizo y que durante la cena no lo llevaba puesto, ni me acordé.
Lo que sí que tuve muy presente fue la sensación de estar donde quería estar, con gente con la que me siento a gusto. Espero que podamos disfrutar juntos de muchos momentos así.

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